miércoles, 1 de diciembre de 2010

La manzana, el arquero y la independencia de Suiza

Cuenta una vieja leyenda medieval que existió un héroe suizo durante la independencia helvética que se reveló contra todas las autoridades de su región gracias a su gran habilidad como arquero.

Famoso por su puntería, Guillermo Tell, desafió al tirano gobernador Gessler al negarse a saludar y hacer una reverencia al sombrero de la plaza de Altdorf, que representaba la soberanía de la casa de Habsburgo, y fue condenado a atravesar una manzana con una flecha lanzada por su arco.
La prueba no debería de ser peligrosa salvo porque el gobernador colocó la fruta encima de la cabeza del hijo de Guillermo Tell y a ochenta pasos de distancia con la siguiente cláusula: si acertaba sería liberado de todo pago ante su ofensa, pero si fallaba sería condenado a muerte...

Su habilidad con la ballesta hizo que superase la prueba sin problemas pero Guillermo empleó para ello dos flechas. Cuando Gessler le preguntó por qué, Tell le respondió que en el caso de que una de las flechas hubiera dañado a su hijo la otra se dirigiría al corazón del propio gobernador.
Gessler se enfureció ante tal contestación y lo mandó encarcelar pero de camino al castillo Tell consiguió escapar gracias a una fuerte tormenta y más tarde en una emboscada preparada para el malvado gobernador, el audaz arquero lo mataría con su segunda flecha.

Todos estos sucesos serían los desencadenantes de la sublevación de los cantones suizos y el principio de la lucha de Suiza por lograr su independencia. 

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